Sala de Prensa

07/08/2024

El persecutor capacitó a defensores regionales y directivos de la Defensoría Penal Pública

Fiscal Héctor Barros: “Poder juntarnos y compartir experiencias es una deuda que teníamos hace tiempo”

El jefe del Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) fue invitado por el Defensor Nacional, Carlos Mora Jano, a exponer sobre seguridad y crimen organizado, en el marco del encuentro de jefes regionales que se realizó el pasado martes 6 de agosto en el Centro de Capacitación de la Defensoría.

Por Andrea González Schmessane,
Defensoría Nacional.

El pasado martes 6 de agosto, el jefe del Equipo contra el Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) del Ministerio Público, fiscal Héctor Barros, dictó una charla sobre seguridad y crimen organizado para todas y todos los defensores regionales de la Defensoría Penal Pública.

La capacitación se efectuó en el marco de una jornada nacional de directivos y jefes regionales -encabezada por el Defensor Nacional, Carlos Mora Jano- que se llevó a cabo en en el Centro de Capacitación de la institución, ubicado en la comuna de Ñuñoa, en Santiago.

“Poder juntarnos y compartir experiencias es una deuda que teníamos hace tiempo”, dijo Barros al comentar la actividad y resaltar la necesidad e importancia de realizar este tipo de encuentros. Agregó que “poder compartir algunas vivencias que a nosotros -como fiscales- nos corresponde vivir, versus la experiencia que viven los defensores públicos en las funciones que cumplen, cada uno en su propio rol, pero que muchas veces son comunes, es muy importante”, señaló.

“Por ejemplo, el tema de la corrupción es un flagelo que nos puede afectar a ambos. La probidad administrativa tiene que ser un principio fundamental, tanto en la Defensoría como en la Fiscalía, y creo que también la forma en que nos relacionamos dentro y fuera de las audiencias también son mensajes que uno manda hacia la ciudadanía. Por lo tanto, si como organizaciones no trabajamos con cierta coordinación, en lo que dice relación con ciertos comportamientos, formas de actuar respecto de los imputados, respecto de los testigos, respecto de las víctimas, etcétera, se hace el trabajo mucho más complejo”, recalcó.

CRISIS DE SEGURIDAD
En la misma línea, Barros aseveró que “la crisis de seguridad que estamos viviendo es una crisis que nadie esperaba y para la que nadie estaba preparado, eso es una realidad. Ni los fiscales ni los defensores estábamos suficientemente preparados ni con los recursos que se requieren para esta nueva forma de criminalidad, ni los cuerpos legales que teníamos, que estaban basados en una criminalidad absolutamente diferente a la que hemos tenido. Nada era suficientes para hacernos cargo de este fenómeno”, advirtió.

Según el jefe del ECOH, eso implica también que "los riesgos de los actores del sistema han ido aumentando y, concretamente, eso es porque el perfil del imputado que estamos viendo ahora es absolutamente distinto al de años atrás. Por ejemplo, el imputado nacional tiene ciertos códigos, cierta forma de comportarse que nosotros podemos ubicar en un territorio determinado, pero ahora nos enfrentamos además a un imputado que no sabemos quién es, ni como víctima, ni como imputado. Nosotros incluso tenemos víctimas en el Servicio Médico Legal que no las hemos podido individualizar y que nadie las ha reclamado”, detalló.

Agregó que “este nuevo perfil de imputado también tiene una forma de actuar frente al delito que es mucho más despiadada que lo que teníamos como realidad nacional. Es mucho más violenta y, en relación con las instituciones, vulnerarlas o corromperlas es parte de la forma de actuar de estas estructuras criminales”, aseguró.

Por ello, insistió que el tema de la seguridad de los defensores, de los fiscales, de los jueces y de todos quienes participan en el sistema de justicia penal “es fundamental y es parte del estado democrático de derecho que tenemos”.

“Por esa razón, el día que se afecte la libertad que tiene un defensor para defender a su representado, ya sea por la vía de coacción a ellos o por la vía de coacción a la familia, va a ser un tema muy complejo para la institucionalidad completa, no solo para la Defensoría. Lo mismo cuando ocurra con un fiscal o cuando ocurra con los jueces. Por ello, este tipo de actividades es una de las gestiones más importantes que tenemos que cuidar: la seguridad de los fiscales, de los defensores, de los jueces y de todos los intervinientes en general”, dijo.

El directivo del Ministerio Público concluyó que “tenemos el desafío de buscar normas distintas de protección de víctimas y testigos, sobre todo con las modificaciones legales que vienen en camino”.

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